
En la mitología griega, Galatea es una historia sobre un escultor que se enamora de su creación: una estatua de marfil de una figura femenina. Los deseos subconscientes del artista cobran vida en la hermosa estatua, y la diosa Afrodita le concede su deseo, dando vida a su creación. Basándose en este mito, el cuento homónimo de Ysabelle Cheung entreteje temas de mimetismo, clonación y voz con sutileza y precisión. Su historia nos provoca a contemplar lo que las mujeres podrían desear de las figuras femeninas de IA originalmente programadas para complacer, atraer y servir a un usuario codificado masculino. En “ Galatea ” de Cheung”, los personajes femeninos, tanto humanos como de IA, modelan matices irreductibles en sus declaraciones y discursos, a pesar de haber sido programados (digitalmente) por sus creadores y a través de fuerzas sociales (análogas), expectativas de género y normas.